EDICIONES

VELAZQUEZ, 63

A capital de la Repûblica Espanola era un objetivo de capital im-
portancia para los [ascistas. Contra ella concentraron sus mejores
elementos combativos—hombres y material—en cantidades extra-
ordinarias. El peligro se agudizó en muy poco tiempo. Casi en plan
de paseo militar el enemigo llegó a las puertas de Madrid. Las ra-
dios [acciosas anunciaron la toma de la ciudad. Y los grandes ro-
tativos [ascistas de Europa publicaban [antàsticas informaciones
describiendo la entrada de Franco por la calle de Alcalà.

El 7 de noviembre fué un momento sumamente peligroso. Ha-
bia que aprestarse a la defensa de la capital, volcàndose todos, ab-
solutamente todos, para ello, El 5.° Regimiento ya habia manifes-
tado anteriormente en multitud de ocasiones, cuànto le preocupaba
la defensa de Madrid. Asegurar el que [uera inexpugnable. Cuando
la situación se hizo critica, reaccionó con serenidad. Sus mejores
cuadros los trasladô a Madrid para contener al enemigo a las puer-
tas de la capital, Pero esto no era suficiente. Habia que dar a la
población civil una verdadera psicologia de guerra. Era précisa pre-
pararla para que actuase. En horas intensificó la campana que ya
venta haciendo en este sentido. Agitación en las barriadas y fà-
bricas, en los [rentes y en los cuarteles.

Los batallones de choque que habia comenzado a organizar dias
antes, tuvieron que entrar en [uego sin quedar ultimada su orga-
nización.

En la de[ensa de Madrid han caido muchos heroes del 5." Re-
gimiento, El "No pasaràn" no era una palabra vana para ellos. Las
mujeres de Madrid recibîan a nuestros agitadores con enormes ova-
ciones. Las casas de vecindad se trans[ormaban en locales para mi-
tines, Los manifestos, con llamamientos e instrucciones para la de-

Todo el mando se movilizó. Madrid contuvo al enemigo que tan
segura tenia su entrada en la capital que ya la habta dado por
realizada al extranjero y a las poblaciones dominadas por él. En
la historia de la defensa de Madrid, al 5." Regimiento Ie cabe \'un
lugar importante. Ganado no solamente en los dias de lucha angus-
tiosa, cuando sus hombres caian en las af ueras de la capital de Es-
pana, sino antes de aquellos momentos, y después, siguiendo lu-
chando con el mismo herotsmo, con la misma tenacidad, los mili-
cianos convertidos en soldados y los comandantes en jefes de Bri-
gadas y Divisiones del Ejército Popular.

Madrid se salvo, se transformé en una fortaleza, y porque ja-
màs dudó que ello era posible, el 5.° Regimiento, su comandante
jefe, pudo decir en los momentos mâs difidles: "PASAREMOS".
Con esta moral continûan en sus puestos los soldados del pueblo
que salieron f or jados del 5.° Regimiento de Milicias Populares.

Cada casa y cada barriada hay que
transformarias en fortalezas con-
tra las cuales se est rellen los cri-
minales intentos del enemigo

Con alegna, con entusiasmo que se
manifiesta en la calle y en nuestros
hogares, hemos recibido las ultimas
noticias, que hablan de los tliunfos
de nuestros bravos compafieros, que
en los distintos frentes han infligido
serios castigos al enemigo.

Es precisamente en los momentos
de bonanza cuando las naves que sur-
can los mares se preparan para
arrostrar el peligro de las tormenta.3.
Y es también ahora cuando nosotros
debemos preparar nuestras fuerzas,
organizar nuestros efectivos, movili-
zar a todos los que sean capaces de
realizar algun trabajo para defender
Madrid de los posibles y desespera-
dos esfuerzos del enemigo y organi-
zar de manera amplia una ofensiva,
que sea el comienzo del fin de la lu-
cha que ensangrienta nuestro pue-
blo.

No hay un solo pais en el mundo
que en circunstancias parecidas a
las nuestras no haya movilizado a to-
da la población civil, hombres y mu-
jeres, para organizar la defensa y la
resistencia ante los intentos de las
fuerzas contrarias. No es cuestión de
pânico. Son tâctica y disciplina de
guerra necesarias en todos los mo-
mentos. Los facciosos saben bien lo
que vale Madrid; ellos no ignoran
que aunque tuvieran en sus manos
toda la Peninsula, al no tener Ma-
drid serian un cuerpo sin cabeza, un
ârbol sin raices.

Nosotros también sabemos lo que
vale y significa el Madrid que es
nuestro, que es la capital de nuestra
Repûblica. Queremos defenderle, que-
remos conservarle, queremos hacerle
inexpugnable.

No basta el heroismo de nuestros
hombres, que desde Somosierra a
Talavera defienden con espiritu ad-
mirable la causa de la libertad. Que-
remos tener la seguridad de que Ma-
dWd no sera jamâs de ellos.

Y para hacer de nuestra ciudad la
fortaleza y la base del ataque segu-
ro, firme y decisivo de nuestras fuer-
zas sobre los facciosos, la vamos a
transformar en una ciudadela, ante
la cual se estrellen todos los esfuer-
zos del enemigo. Para ello necesita-
mos el concurso de todos: de los
hombres, de las mujeres, de los vie-
jos, de los ninos. [Todo el mundo tie-
ne que trabajar! Y trabajar con co-
raje, con decision, con alegria. Des-
pués, cuando hayamos aplastado la

Madrid sera en {ode instante,
irente a toda contingencia,
una inexpugnable tiudadeia
para las intenciones criniinales
—-destrucción, piüaie y rauer-
te__ del traidor y cruel ene-
migo fascista ,
,Todos a prestnr su concurso
para que io sea! Instrucción
miiitar para ios hombres que
trabajan; Comités de caîle >
de barriada en periecto fun-
cionamiento; eficaz defensa
:antia>éreB. observada por
îodos. y adopción de medidas

que \'se ordoiea
jY Madrid sera 5« ven cible!

iFortificacion! iFortiflcatiot^!
jFortificacion! Tres lineas in-
gentes, invencibles, eficac^s
para la victoria. Tres lineas en
un solo puno poderoso y aplas-
tante que coiitiene la organi-
zacion y la disciplina, que con-
tiene en dos palabras: la fuer-
za. Fuera de la provincia de
Madrid, en la provincia y en
la ciudad, queremos poderosas
fortificaciones, contra las que
se estreile el fascismo con sus

intenciones crim.inales
jNuestras fortificariones nos
daran el triiinfo!

De la misiïia manera que hemos sa-
bido crear unas Milicias que, unidas
a las fuerzas leales, han adquirido
râpidamente una preparación mili-
tar, han aprendido la ciencia de la
guerra y han puesto en fuga cobar-
de a generales con fama de aguerri-
dos, vamos a crear las Milicias del
trabajo, las Milicias que, con el aza-
dón y la pala, contribuyan a ganar
las batallas necesarias para asegu-
rar la paz, para consolidar la Repû-
blica.

En todas las baïriadas, en todas
partes, grupos de milicianos, hom-
bres y mujeres, con voluntad, con de-
cision, dispuestos a realizar el traba-
jo para fortificar Madrid.

Todos los hombres que no son mi-
licianos y que puedan trabajar en la
construcción de fortificaciones, dis-
\' puestos a levantar trincheras para
luchar contra el enemigo.

Todos los trabajadores que en fâ-
bricas y talleres contribuyen al triun-
fo de nuestras armas, que utilicen to-
das las horas libres para instruirse
militarmente y estar listos a ocupar
un lugar en la vanguardia de la lu-
cha en el momento que sea necesa-
rio.

Cada casa y cada barriada hay que
transformarlas en fortalezas, contra
las cuales se estrellen los criminales
intentos del enemigo.

Nadie, con ningûn pretexto, puede
sustraerse a la obligación imperativa
de luchar o de trabajar de una o de
otra forma.

Los que aplastaron a los rebeldes
en el cuartel de la Montana, en el
Gampamento, en Alcalâ de Henares y
en Guadalajara; los que heroicamen-
te se baten en todos los frentes de la
Sierra, no permitirân, cueste lo que
eueste, que los rebeldes, los moros y
les mercenarios de la Legion se acer-
quen a nuestra ciudad.

La poblaciôn de Madrid
iba a ser enrolada en una
lucha dura y heroica para
la defensa de su ciudad.

Conferencia pronunciada desde el «altavoz
del frente» por el Comandante-jefe del 5.°
Regimiento, camarada Enrique Lister, el di\'a
9 de octubre.

"Este ha de ser el grito que ha de
salir de la garganta de los miles de
combatientes que hoy luchan en to-
dos los frentes que rodean Madrid.
Este ha de ser el grito de los milla-
res de futures mihcianos que hoy se
estan instruyendo para marchar al
frente, y éste ha de ser también el
grito que ha de salir de la garganta
de todos los ciudadanos del Madrid
popular y trabajador, de todos los
antifascistas amantes de la libertad.
jMilicianos, mujeres y hombres de
Madrid ! : ante nosotros se presentan
dias decisivos; el fascismo quiere co-
ger Madrid por la importancia que

tendrîa internacionalmente apoderar-
se de la capital de Espana ; para ello
cueutan con varios miles de asesinos
a sue]do, traidos de otros paises, y
de moros arrancados de los campos
de Marruecos, y con los senoritos y
traidores que aùn quedan embosca-
dos en Madrid; de toda esa gentuza,
que, segûn Mola, compone la quinta
columna; pero nosotros, para la de-

Las consignas de los jefes antif^-
cistas servirîan de estùnulo y orien- ?
tación en la lucha.

fensa de Madrid, no sólo contamos
con un Gobierno de Frente Popular,
con nuestro entusiasmo, sino, ade-
mâs, con 30.000 comtaatientes, que
podrân aumentarse por decenas y de-
cenas de miles de nuevos luchadores.
El enemigo no tiene hombres, carece
de combatientes, por eso tiene que
traer a los moros, tiene que alquilar
extranjeros que luchen por un sueldoi

Los fascistas tienen el apoyo del
fascismo internacional ; nosotros te-
nemos el del proletariado de todos
los paises, de los que estamos reci-
biendo pruebas dia tras dia, especial-
mente por parte del proletariado de
Francia y de los trabajadores de la
Unión Soviética.

Hay que organizar la defensa de
Madrid, no sólo para que sea la tum-
ba del fascismo, para que aplastemos
al enemigo, sino para que represente
el desarrollo de una gran ofensiva ge-
neral en toda Espana, de nuestras
fuerzas contra las de los fascistas.

Para el éxito de esta batalla hay
que mantener la disciplina mâs fé-
rrea. La indisciplina es el origen de
las huidas, de las desbandadas. En-
gendra la cobardia; es la causa de las
derrotas. Quien quebranta la discipli-
na es un provocador al servicio del
fascismo, es un traidor, es un miem-
bro de la quinta columna.

Es necesario volver la mirada a
los primeros dias de lucha, cuando la
toma del cuartel de la Montana, del
Gampamento, de Gretafe, de Guada-
lajara, etc., etc.

Sobre tu ciudad, que no sólo es el corazón de Espana, sino tarnbién el
de la jucha antifascista del mundo, vuelve a pesor, lo mismo que en los dias,
de juiio, la grave amenaza de las hordas rebeldes.

Serenamerlte, pero con energia, con el mismo coraje con que supiste
arrojar enfonces al enemigo, derrotândole, debes disponerte ahora, pue-
blo de Madrid, a tu defensa, que es la defensa de la libertad, de la mde-
pendencia, no sólo de Espafia, sino de Europa entera.

Que no se diga, que nadie piense nunca, que ningûn periodico extran-
jero, que ninguno pluma pueda escribir jamós que has renegado de tu
historia, que ya no eres aquel mismo de siempre: iun pueblo de heroes!
Que puedas decir en todo instante: iSomos los de julio!

Mós que nunca, ai grito de INC PASARAN!, debe responder el mi^o
pueblo que supo lanzario, con ei de la victoria definitiva: iPASAREMOS!

Pero hay que querer que no pasen. Y hay que quererlo ton de veras,
que no haya un solo madrileno que no ponga toda su voluntad fuerte y
decidida para lograrlo. Porque de tu sola voluntad, pueblo de. Madrid,
depende la victoria.

IHombres del pueblo de Madrid! Cada uno de vosotros tienre que ir
aprendiendo en seguida el firme manejo de las armas: del fusil, de la ame-
tralladora, del canon, de la bomba... Y también el del pico y la pala, para
fortificar y hacer inexpugnable la capital de la Repùbltca. Coda uno de
vosotros debe acudir a prepararse para eilo. Todo hombre util tiene el de-
ber de ponerse a las órdenes del Gobierno y de las organizaciones.

IMujeres! Tenéis, como los hombres, un deber que cumplir. Madrid os
exige que trabajéist en los talieres, en los hospitales, en los cuarteles. Ma-
drid necesita vuestro esfuerzo. Que no haya una sola mujer inactiva Dad;
ejemplo a los soldados. «Pasionaria» os ha dicho: «1 Antes viudas de heroes
que mujeres de cobardes!» .

Todo hombre o mujer de Madrid que no se ponga mmediatamente a
las órdenes del Gobierno de la Republicà es un traidor y esfa de hecho
con el enemigo. . , -, ~ >

dores antifascistas del mundo entero
estân pendientes de la lucha del Ma-
drid trabajador, y todas las fuerzas y
todos los hombres y mujeres de las
demas provincias ayudan y ayudaran
a los combatientes madrilenos.

Todos los madrilenos deben tomar
parte en la fortificación de Madrid.
Cada punto de apoyo, en cada lugar
estratégico, en cada casa, se debe tra-

E1 peUgro se aceroaiba, y babia que
intensificar el trabajo para crear una
moral de ataque.

Madrid demostrara al mundo que
Espana esta en la vanguardia en la
lucha contra el fascismo y por la de-
mocracia.

Nuestro Madrid sera defendido por
todo el pueblo en armas, aprovechan-
do todas las armas, lo cual quiere de-
cir que los moros, los legionarios y
los fascistas nacionales y extranjeros
no lograrân pasear sus caras de ase-
sinos por las ealles de nuestro queri-
do Madrid.

El 5.° Regimiento ocuparâ los pues-
tos de mayor peligro ; sus companîas
de Acero, su Brigada de la Victoria,
su Batallón Thaelmann, su Brigada
Lister y todos sus milicianos en ge-
neral piden el puesto de mayor peli-
gro para la defensa de Madrid, y di-
cen: "El fascismo asesino no sólo no
pasarâ, sino que serân los milicianos,
los guardias de Asalto, los soldados
y todos los luchadores de la democra-
cia los que pasarân e irân a clavar
en lo mâs alto de las torres de los
pueblos que hoy ocupa la canalla fas-
cista la bandera del pan, la tierra pa-
ra el que la trabaja, la justicia, la li-
bertad; la bandera de la Republicà
democrâtica."

La militarización de las Milicias es
una medida sana. Acaba con las ca-
rreras. Selecciona los hombres. Es-
tablece una disciplina. La indiscipli-
na, el abandonar el frente sin orden
alguno, las carreras fantâsticas, las
biijas "por no estar de acuerdo con la
militarización", son las causas de la
derrota. Esto se acabó. Estar en el
frente es un honor. Luchar para de-
fender al pueblo espanol es un honor.
Quien no quiere este honor, que se
quede en su casa. Desertores, cobar-
des, éstos pueden ser cómplices de la
quinta columna, pero nunca antifas-
cistas.

Defender Madrid, nuestro Madrid,
es un honor. No participar a la prepa-
ración de su defensa es una vergüen-
za. Su defensa estâ en los frentes en
que ahora NUESTROS milicianos y
todas las fuerzas adictas a la Repû-
blica combaten. Y el honor de defen-
der Madrid, de aplastar el fascismo
no es un monopoUo de nadie; menos
de los que no lo merecen. Es orgullo
de todo el pueblo espanol, que pertc-
nece a todos los partidos y a todas
las organizaciones antifascistas.

Defender la revolución, defender a ^
NUESTRO MADRID significa ir al
frente. En las primeras lineas de fuc-
go. Es un honor decir: "Yo lucho en
Guadarrama, en Somosierra, en Pe-
guerinos, en el sector de Talavera, ce
Toledo, de Sigiienza." Ser valiente en
las calles de Madrid es una vergiienza
o una provocación.

Porque para defender Madrid no
es necesario que los moros y los le-
gionarios se acerquen. Para defender
Madrid se debe ir adonde estân las
primeras lineas de fuego ahora. PE-
RO NO PARA ABANDONARLAS Y
CÖRRER. Todas las armas y todos
los milicianos, al FRENTE.

Al mismo tiempo, los ciudadanos
de Madrid, que por estar ocupados en
las fâbricas o en otros sitios, deben
cumplir con su deber de combatien-
tes de retaguardia—^tan digno y hon-
rado como la lucha de los combatien-
tes del frente—, deben prepararse
para hacer de Madrid una fortaleza
inexpugnable. Hacer de Madrid lo que
los facciosos de Oviedo hicieron de
Oviedo. Una fortaleza. Oviedo caerâ,
porque nuestros mineros asturianos
—de un valor insuperable—ganarân
la batalla. Pero también el enemigo
nos ensena algo. Cada casa, una for-
taleza. Cada calle, una trinchera. Ca-
da barriada, una muralla de hierro y
de combatientes. Cada ciudadano, un
buen tirador de fusil, un buen ame-
trallador, un buen tirador de bombas,
un buen zapador de trincheras. Los
obreros de Madrid pueden organizar-
se en batallones, en grupos de com-
bate. Las mujeres, también.

Quien dificulta el trabajo de la
Junta de Defensa es un saboteador.
Quien no hace todo lo posible para

hacer de Madrid una fortaleza es un
traidor. Quien rehusa de participar
en la defensa de Madrid es un miem-
bro de la quinta columna, que DEBE
SER LIQUIDADA CON MEDIDAS
MAS ENERGICAS.

Sólo asi Madrid podrâ ser la tuni-
ba del fascismo. Unicamente asi Ma-
drid podrâ ser un Paris del 70, pero
victorioso. Sólo asi imitaremos al he-
roico proletariado de Leningrado,
cuando de la defensiva pasó a la ofen-
siva, que libertó al glorioso pueblo de
la Unión Soviética.

Nosotros, 5.° Regimiento, parte in-
tegral del nuevo Ejército del pueblo,
estaremos AQUI, al lado del Gobier-
no incondicionalmente. NUESTROS
milicianos, no abandonarân nunca los
frentes de batalla que hoy rodean
Madrid. Y estamos seguros que las
otras Miliciaa harân lo mismo. Por-
que son tan heroicas como nuestro
Regimiento.

El mundo mira a Madrid. Las pro-
vincias de Espana envian sus mejo-
res combatientes a Madrid. NUES-
TRA CAPITAL tiene un Ejército de
docenas de millares de hombres y
mujeres, apoyados por millones, que
demostrara que MADRID NO SE
RINDE, que Madrid castiga a los
traidöres, que Madrid maldice a los
que no tienen valor para defenderle.

; Camaradas defensores del pueblo
espanol: en alto nuestras banderas!
Que nuestros fusiles estén bien lim-
pios y nuestra pólvora seca para pa-
sar al ataque.

1.° Seguîr con puntuaiidad y ener-
gia todas las instrucciones del man-
do militar y de la Junta de Defensa
de Madrid y demostrar que la disci-
plina y la organización son los facto-
res de la victoria.

2.° Investigar en cada casa si hay
fascistas o elementos dudosos y sos-
pechosos.

3.° Vigilar todos los cafés, biblio-
tecas, restaurantes, etc., adonde los
elementos de la quinta columna pu-
dieran reunirse.

4.° Emprender una lucha sin pie-
dad contra los descontentos, los pe-
simistas, los sembi-adores de bulos,
los que desprestigian el mando mili-
tar, los elementos catastróficos, los
que usan el pânico: en una palabra,
de todos aquellos que disminuyen el
entusiasmo, la firmeza, la capacidad
de combate de nuestro pueblo.

5.° No hablar mâs de lo que es ne-
cesario y vigilar los curiosos. No ol-
vidar nunca que un arma del enemi-
go es nuestra debilidad para comu-
nicar los secretos.

6.° Organizar grandes mitines de
fàbrica, barriada, calle, adonde se de-
ben dar nociones elementales de la
lucha en la calle y adonde se nombren
delegaciones de masas, que deben vi-
sitar los frentes y establecer asi un
lazo estrecho entre la ciudad y el
frente.

7." Creacion râpida de batallones
con obreros y obreras que trabajan;
instruirlos râpidamente en el mane-
jo del fusil, de la granada, de la ame-
traliadora.

8.° Seleccionar los mejores ele-
mentos de estos batallones para crear
grupos de combate, con la mâîdma
iniciativa individual, dispuestos a gol-
pes de mano, especialmente en la no-
che.

10. Organizar bien la defensa an-
tiaérea y antigas. Estâ demostrado
que el enemigo emplea la aviación pa-
ra sembrar el pânico; pero que ante
un ataque, la sangre fria y la sere-
nidad evitan las bajas y destruyen el
objetivo del enemigo.

11. Prestar atención a los puntos
mâs estratégicos que pueden ser
transformados en posiciones de bata-
lla (casas, cruces de calles, depósitos
de agua, centrales eléctricas, etc.)

Esto es lo que el 5.° Regimiento es-
tima de gran importancia para de-
rrotar al fascismo.

Venimos a hablaros en nombre del
5." Regimiento de Milicias Populares.
Madrid estâ amenazado por los moros
y legionarios extranjeros que traen
los fascistas para destruir nuestro
pueblo. Miles de obreros y hombres
de izquierda se han movilizado para
impedirlo; pero para que éstos pue-
dan triunfar, para que las mujeres de
Madrid se vean libres de los crimenes
que con otras mujeres han cometido
esos asesinos en varias provincias de

Los agitadores recorrieron las ba-
rriadas y en los mismos patios de
las casas de vecindad se organiza-
ron mitines. He aqui uno de los
discursos que se pronunciaron

Espana, es preciso que nosotras les
ayudemos. Es preciso que nosotras
mismas contribuyamos a nuestra de-
fensa.

No es la primera vez que las muje-
res de Madrid luchan por salvar a su
pueblo, por salvar a sus hijos; por
que sus maridos, sus padres y herma-
nos no caigan asesinados por el in-
vasor.

Vosotras sabéis que el Frente Po-
pular no es culpable de esta guerra.
Que quienes la han desencadenado
han sido esos militares ambiciosos,
que no han tenido escrupulo en hacer
correr la sangre por las calles y cam-
pos de nuestra patria. Esas gentes
han desencadenado la guerra, llevan-
do el luto y el dolor a miles de hoga-
res. Han traido a los moros y legio-
narios extranjeros porque no tienen
espanoles que quieran seguirles. Y
para que los moros luchen les han
permitido que saqueen los hogares de
las familias espanolas; que ultra jen
a las mujeres de Espana.

Ninguna madre, ninguna mujer de
Madrid puede conservar la tranquili-
dad en su corazón viendo tantos cri-
menes. Se lucha hoy por la libertad
y la felicidad de nuestro pueblo. Por
que no haya miseria en nuestros ho-
gares.

Todas las mujeres deben ayudar en
esta lucha. La que esté en condicio-
nes de combatir, combatiendo al lado
de los hombres, como hicieron las mu-
jeres de Madrid del 2 de mayo de
1808. Y todas, manteniéndose sere-
nas, tranquilas, pensando en que so-
mos muchos cientos de miles los que
estamos luchando, que somos muchos
mâs que los moros y extranjeros que
tienen los fascistas. Y que si todos
ponemos de nuestra parte la voluntad
de veneer, ganaremos pronto, y la paz
y la tranquilidad existirân como nun-
ca en nuestra querida patria.

Mujeres: Aun quedan en Madrid
gentes sin conciencia capaces de ayu-
dar a los enemigos traidores a nues-
tro pais. Todas vigilantes contra ellos.
Rechazad enérgicamente y denun-
ciadle a todo el que quiera sembrar la
alarma y la desmoralización.

Mujeres de Madrid : Defendamos, gi
es preciso, nuestra querida ciudad,
calle por calle y casa por casa.

Mujeres de Madrid : Que la guerra,
por el esfuerzo de todos, termine con.
el triunfo del pueblo, evitando que en
Madrid paseen los fascistas a las mu-
jeres de los trabajadores y de los
hombres de izquierda, por las calles,
con el pelo cortado y con la cara mar-
cada, como han hecho en otros pun-
tos de Espana para divertir a los mo-
ros y extranjeros.

Cada mujer de Madrid, un comba-
tiente. Cada mujer de Madrid, un ba-
luarte para la defensa de nuestros hi-
jos, para ayudar a nuestros maridos
a terminar con los asesinos.

Vuestra serenidad y vuestra decision de defender Madrid da la
seguridad de que nuestra ciudad estara perfectamente defendida.
Pero para elle debéis cumplir sin vaciladón las présentes con-
signas. Si el enemigo consigue penetrar en nuestras ealles por al-
gûn sector de lucha el pueblo de Madrid debe estar preparado para
haeer imposible su avance, atacandole sin descanso de Ia siguien-
te forma:

1." Cada vecino de Madrid debe proveerse de botellas de ga-
solina, las cuales irân tapadas con algodones, que se prenderan en
el momento de ser lanzadas desde los baleones, ventanas, tejados,
etcétera, contra los tanques, camiones blindados que consiguieran
penetrar por las ealles de Madrid. Empleando ^te arma de ata-
que con serenidad se podran contener los avances de las hordas fas-
cistas, librando a Madrid de sus crïmenes.

2." La 5.\' Columna, de la cual quedan restos en Madrid, debe
ser exterminada en plazo de horas. Para ello los vecinos de cada
casa deben eonstituir sus Comités donde no los haya y reforzarlos
donde ya existan, designando un responsable de investigaciôn,
haciendo nuevos registres para buscar armas y montando una
vigilancia pennanente en azoteas, tejados y portales.

3." Los vecinos de todas las barriadas deben organizar la lu-
cha en los cruces de calle, formando barricadas, trincheras, mon-
tando el servicio de vigilancia a base de grupos armados de vecinos,
quienes deben emplear toda clase de iniciativas para luchar con-
tra las fuerzas fascistas en estos puntos estratégicos.

4." Desde este momento, cada madrilène debe ver su casa
como una fortaleza, a la cual pondra en condiciones de^ que sea
un baluarte de la independencia de nuestro pueblo, desde la que
se ataque en lucha encarnizada a los moros y legionarios extran-
jeros.

Cumpliendo estas consignas, que el 5.° Regimiento da al pue-
blo de Madrid para su defensa, el fascisme serâ aplastado, en-
contrando su tumba en las calles y plazas de la capital de la Re-
pûblica. El 2 de Mayo de 1808 puede repetirse en nuestra querida
ciudad, con la ventaja para el pueblo de salir �torioso de él.

Viejos, mujeres y ninos estan a estas horas movilizados para
defender Madrid. Organizando esos esfuerzos nuestro pueblo
serâ invencible.

El enemigo estâ cerca de nuestra capital Hay que resistir,
y esta resistencia activa debe permitir a las fuerzas adictas a
la Repûblica el preparar la gran contraofensiva que librarâ a
Madrid y a Espana de la peste fascista. Ayer esta Comandancia
dió ya algunos consejos: preparar botellas con Hquido inflamable,
para arrojarlas sobre el enemigo, ocupar los cruces de calles
mâs estratégicos, registrar todas las casas para encontrar ar-
mas y elementos de la quinta columna (jlos pacos!), ocupar las
azoteas y poner los mejores tiradores.

1.° En las barriadas donde quiera entrar el enemigo, los mili-
cianos deben construir barricadas, hacer hoyos, crear todos los
obstâculos que impidan a los tanques enemigos correr como
quieran.

2." Ocupar las casas mâs importantes de la calle que se debe
defender, organizando la defensa desde las ventanas de las mis-
mas. Un tanque no puede hacer nada contra los hombres que estân
en el primero o se^ndo piso de una casa. Y esos hombres tienen,
a su vez, la posibilidad de tirar bombas sobre los tanques, de des-
trozar la caballerîa enemiga y de hacer retroceder la infanteria.
NO OLVIDARSE NUNCA QUE LA LUCHA DE CALLE
Y EN UNA CIUDAD TIENE UN CARACTER DISTINTO
QUE EN CAMPO ABIERTO.

Desde las ventanas se pueden arrojar con facilidad toda clase
de elementos de ataque.

3.° En las calles se debe organizar un servicio de vigilancia ;
pero los milicianos eneargados de este servicio deben saber, en
caso de peligro, en qué casa deben refugiarse para resistir y
atacar.

También los milicianos eneargados de la defensa de trinche-
ras, parapetos y puestos deben saber, en caso de debida retirada,
adonde ir.

MADRÎLE5Î0S: El saber resistir, el tener coraje para con-
tener las embestidas del fascismo, nos darâ la victoria.

Cumplid serenamente estos consejos y el enemigo se verâ lan-
zado lejos de las puertas de nuestra ciudad.

Lo habiamos previsto y a nadie pue-
de asustar. Los desesperados ataques
de los generales traidores tenian que
dirigirse con toda la furia, con todo
el odio que sienten hacia el pueblo es-
panol, sobre nuestro Madrid. A estas
horas, en las barriadas populäres de
un sector de la capital de la Republi-
cà se esta llevando a cabo la batalla
definitiva y gloriosa entre dos mun-
dos. Se esta ventilando no solamente
àa suerte de Espana, sino la de Eu-
ropa, la del mundo civilizado; la de
los que quieren el progreso, la paz y
el bienestar de los pueblos, y la de los
otros, la de las gentes podridas, en
quienes todo ha sido embuste y fala-
cia.

Los madrilenos, los obreros de Ma-
drid, los hombres jóvenes y viejos,
este proletariado madrileno, que ha
ido a la cabeza de la Espana progresi-
va y liberal en todas las îuchas, estân
poniendo todo el coraje, todo el valor,
todo el esfuerzo y todo el entusiasmo
de que es capaz un sector social que
realiza la alta misión historica de
abrir el camino para un mundo nuevo.

Estân conteniendo las furiosas y
desesperadas embestidas de las hor-
das aüquiladas, que pretenden hacer a
nuestro Madrid teatro de los crime-
nes infames que han llevado a cabo
en otros lugares.

En el centro, en el corazón de Es-
pana, se estâ realizando un hecho que
alumbrarâ a toda Europa, a todo el
mundo civilizado.

El pueblo madrileno estâ haciendo
historia, la estâ viviendo con toda in-
tensidad y con todo el valor que pa-
ra ello es preciso. Y ese valot se lo da
el que tiene conciencia de la alta mi-
sión que la Historia le ha deparado.

; Soldados del progreso, de la liber-
tad y del bienestar de nuestro pueblo ;
hermanos todos que luchâis juntos
por la defensa de este Madrid ! : No
hay palabras capaces de ser emplea-
das para daros aliento, para haceros
ver cuâl es el cometido que estâis lle-
vando a cabo, porque serân pobres al
lado de vuestro valor. Unicamente en
esta hora histórica y decisiva sólo ca-
be decir a todo Madrid, a los viejos
militantes de los Sindicatos, a los afi-
liados a los Partidos, socialistas, co-
munistas, anarquistas y republicanos,
a los hombres sin partido de Madrid,
que sentis vuestra dignidad de ser hu-
mano, todos, absolutamente todos, se-
guid cumpliendo con vuestro deber
como hasta aqui, para que el mundo
entero tome ejemplo de vosotros.

Hombres y mujeres, jóvenes y vie-
jos, corren a las trincheras para de-
fender su ciudad, su vida, su porve-
nir.

Como em 1S08
el pueblo ma-
dlrileno c]elen=
dió su ciudad
contra ei inra-
sor,

en 1936
luchara tam-
bién heroBca-
mente por lî-
brar a l^adrîd
de los moros y
leciionarios

de lucha. Y lo estâ, con sus batallo-
nes, con sus comandantes, con sus mi-
licianos."

Nosotros repetimos la promesa :
"No cederemos. Transformaremos la
defensa de Madrid en la ofensiva en
contra del fascismo."

iEspanoles: Madrid se defiende!
Quien no le ayuda, quien no se pone
a su lado, es un complice del fascis-
mo.

Por nuestros muertos, por nuestros
heroes, por todo lo que el pueblo es-
panol dió para su emancipación, nos-
otros repetimos la vieja consigna de

Viva la Revolución espanola!
Viva el 5." Regimiento !
Hoy es el aniversario de la Revolu-
ción rusa. Nuestros hermanos rusos,
rodeados por millones de enemigos,
hambrientos, sin aviones y sin tan-
ques, cercados por todos los lados,
han ganado la batalla.

Tenemos una fe, que es la fe del
mundo, humano y justo, que mira ha-
cia nosotros.

Pero en la ofensiva, atacando,
aplastando, destruyendo lo viejo y po-
drido para construir lo nuevo y her-
moso.

El enemigo esta desesperado. Pen-
saba conquistar Madrid en un par de
horas. Llegó hasta sus puertas; mató
a ninos y mujeres con sus aviones ita-
hanos y alemanes; bombardeó, ame-
nazó, atacó. Pero tuvo que retirarse.
Madrid se levantó fuerte, decidido, vi-
goroso. Se levante como un solo hom-
bre y se fué a las trincheras, se fué
al combate. También los que hasta
ayer corrian se transformaron, se
fueron en contra de los tanques, per-
manecieron firmes bajo el bombardeo
de los aviones. Marcharon serenos al
ataque. En un dia se creó la nueva
moral, la moral de la resistencia, del
ataque, del "jNo pasaran!".

En estos dias hubo una emulación
heroica. La Brigada Internacional,
compuesta de los mejores antifascis-
tas de todos los paises, se cansó de
correr detrâs de los moros y de los
legionarios. El Batallón Octubre, los
batallones de nuestro 5.° Regimien-
to, las Brigadas de Galan y de Lis-
ter, los guardias de Asalto, el Ejérci-
to regular, hicieron cara para defen-
der Madrid. Y los trabajadores de la
retaguardia, en pocas horas, hicieron
lo que no se hizo en meses: trans-
formar Madrid en una fortaleza de
trincheras y de parapetos.

En Madrid no hay pânico ; hay in-
dignación, una indignación terrible en
contra del enemigo, la indignación
que hace del hombre mâs indiferente
un combatiente. Nunca atacó el ene-
migo tan ferozmente como en estos
dias. Sin embargo, fué rechazado.
Atacó con infanteria, con tanques,
con aviones, con caballeria y con ar-
tilleria.

Hay una nueva moral: la moral de
la ofensiva y de la victoria. La moral
que empuja a un ejército hacia ade-
lante.

La Junta de Defensa de Madrid ha
creado esta moral. Sus hombres, sus
dirigentes, todos los que la componen
han contribuido al milagro. Mientras
en las filas enemigas se oye el tiroteo,
que demuestra que en la familia fac-
ciosa no existe cordialidad, aqui, en
Madrid, un pueblo se une; todos ol-
vidan sus diferencias, todos se jun-
tan para ganar la batalla.

Pero esto no basta. Nosotros pe-
dimos que en los otros frentes cam-
bie también la situación. Por amor a
la patria. Los sitios de Córdoba, Gra-
nada y Teruel deben transformarse
en ataque. Lo mismo que en Oviedo.
Ha terminado el perlodo de las va-
cilaciones, de las dudas.

El valor contagia, y lo mismo ocu-
rre con la fe en la victoria. No hay
un madrileno que no crea en la vic-
toria. En las lineas de fuego se com-
bate y se canta. No hay ningun mi-
liciano que diga que no existe mando,
y tampoco mandos que digan que no
hay buenos milicianos, que no hay

Y el 5.° Regimiento ha contribuido,
con la Junta de Defensa de Madrid,
a crear esa nueva moral. No es un
incidente el que sus comandantes for-
men hoy, teniendo a la cabeza al ca-
marada Mije, la Conserjeria de Gue-
rra. Un mando seguro, que no conoce
el pesimismo. Que vive cerca de los
combatientes.

Madrid résisté. Se prepara para el
ataque. Madrid escribe una pâgina
gloriosa en la historia de la lucha por
la liberación de los pueblos.

";Viva Madrid!" es una consigna
para el mundo antifascista, como lo
es "iViva la Comuna de Paris!" y
"iViva la Union Soviética!"

Velà»que/, 63. - Teléfono 50«73 - Aflo 1. Numéro 90 -- Madrid, 5 de noviembre de 1936

Miîiones de maiiifiestos se repartieron
por Madrid y los frentes. En los dias
mâs criticos de îa defensa de Madrid
llegó a todas partes la voz del 5.° Re-
gimiento dando consignas, alentando a
la îucha, elevando la moral.

ii0i9iîiiU|0 i -ïii «oi^\'Jilhuim oi» 8î>iiolIil/i
^ feßil» ftoï fijllUi-yil «ol Y bhb«M iO(}
bhbßl/I ob iteuolab sA oh ëoaiim r^hm
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Veli,,..«. 63. - T.IJi.n. 50673 - M. I. »» - "■J\'\'\'\'\' " \'\'\' \'*\'•

La movilizacion de los obreros enrola-
dos en la produccion tuvo un gran
éxito. Ello estimulo para organizar una
fuerza de choque formada por el pro-
letariado de Madrid. Las condiciones
para ingresar en los 4 batallones de
choque eran: ftsicamente sanos, politi-
camente seguros, militarmente entre-
nados.

Los CUATRO batallones de choque deberân causar la ad-
nniración del mundo entero.

Serân el orgullo de la capital de Espana.
Mujeres y hombres de Madrid: que vuestro puesto en la fa-
brica, taller o tajo sea el lugar de un héroe, de un valiente.

Madrilenos: que el coraje, el empuje y la decision de nues-
tro pueblo se refleje en su fuerza de choque.
iTambién Madrid manejarâ la dinamita!

Después de pasar un examen médico, garantizadp por una
organización antifascista, el combatiente de los GUATRO bata-
llones de choque seguirâ en su trabajo, perfeccionândose en el
manejo de las armas, esperando la orden de la Comandancia
Central del 5.° Regimiento que llevarâ la dirección de estos ba-
tallones.

en los que rivalizarân por formar parte de ellos lo mejor de las
obreras, obreros y antifascistas madrilenos.

Lugares de alistamiento
Barriada del Sur: Füenterrabia, 15.
Geste: Cuartel U. H. P.: San Bernardo, 97 y 99.
Norte: Francos Rodriguez, 5.
Este: Lista, 29.

La salvación de Madrid deperide de horas. MUes de milicianos estân luchando contra los moros y le-
gionarios extranjeros que pretenden aplastar al pueblo de Madrid. Es la hora histórica de la batalla
decisiva.

Se ha repetido durante muchos dias que Madrid sera ia tumba del fascismo, y ya es Uegado el
momento de hacerlo una reaUdad. Madrid, el de las grandes concentraciones antifascistas, de los fuer-
tes Sindicatos obreros, que ha vencido repetidas ve ces a la reacción, esta amenazado de veras.

El mundo entero esta pendlente de nosotros, madrUeüos. Es preciso que esta pagina de la His-
toria que estamos viviendo termine con nuestro triunfo. Madrid harâ honor a la suerte que le ha de-
parado la Historia.

Los canones suenan ya en nuestras puertas. Todos los madrilenos, en pie. Dispuestos a ganar.
cueste lo que cueste. Cada hombre, cada mujer, un combatiente. Lucharemos y venceremos. Pero para
eUo es preciso que todos nos dispongamos a la lucha, inmediatamente, sin perder horas, que pueden ser
preciosas para el triunfo de nuestra causa.

Todos a la lucha. Repitamos la consigna de los primeros momentos heroicos. Los canallas fascistas
que quieren aplastarnos en Madrid NO PASABAN.

No pasarân si cada madrileno graba en su corazón este deseo fer\\\'iente y pone todo lo que es ca-
paz de dar para el trinnfo definitlvo.

Un ultimo esfuerzo y Madrid se habrâ salvado. Todos unidos daremos la batalla final por nues-
tro triimfo.

Por medio de globos se lanzaron sobre Madrid millares die octavillas, Ilamando a in-
gresar en los 4 Batallones de choque.

Nuestra epopeya es la epopeya de la democracia mundial. Mu-
jeres y hombres, vàejos, jóvenes y ninos, habian de nuestro Régi-\'
miento con respeto y admiración. Porque nuestro Regimiento ha
sabido tomar siempre los puestos de mayor peligro y los ha defen-
dido con su tenacida\'d y su valor. Madrid estâ en peligro. Su pue-
blo, su heroico pueblo, arm ado, lleno de entusiasmo y deseo de
lucha, no sólo espera el enemigo, sino que marcha al frente para
eneontrarse con él, para derrotarlo antes que pueda destruir nues-
tra ciudad.

Y todo el 5.° Regimiento estâ en el frente, desde Sigüenza hasta
el Tajo. Hombres de acero, fogueados, que miran el avion enemigo
con una sonrisa de desprecio y se baten cuerpo a cuerpo con los
moros, legionarios y fascistas, como leones.

No se desarrollaron todavia las batallas decisivas. Las grandes
batallas adonde un ejéi-cito estâ enfrente de otro. En el Norte te-
nemos en nuestra mano la ofensiva. Asî en el frente de Aragon y
de Teruel. En Extremadura la guerra de guerrillas se extiende.
En los frentes de Cordoba y de Granada nuestras fuerzas empiezan
a ser mâs activas. Se queda el sector del Centro. Y es aqul que en
este momento se decide la suerte- de la capital. Es aqui, aquî, don-
de podremos demostrar quién vale.

Nosotros apoyaremos en todo al nuevo jefe del Estado Mayor
del Centro, al general Pozas. El nos conoce. A su disposición
todas nuestras fuerzas, nuestro entusiasmo, nuestras energias.

Porque hay que pasar al ataque, hay que ganar la batalla ; no
podemos pennitir que el enemigo se acerque a Madrid.

jAl ataque, 5.° Regimiento! Este grito lanzado un dia en el
Guadarrama por un teniente de nuestras companîas de Acero, y
que hoy inspira poetas de la Unión Soviética, es nuestro grito. Es
el grito de los 30.000 hombres que marchan bajo nuestras ban-
deras.

iAl ataque, 5." Regimiento! Y que este grito sea el de todo el
pueblo espanol, listo a morir antes que ceder, porque es un pueblo
que quiere veneer, y que vencerâ. Porque nosotros somos inven-
cibles.

I OBREROS MADRILEÄOS: FORMAD PARTE DE LOS CUATRO
BATALLONES DE CHOQUE PARA LA DEFENSA DE MADRID
QUE ORGANIZA EL 5.° REGIMIENTO!

El 5.° Regitaiento, el Regimiento
de las Batallones de Acero, del Bata-
Ilón Thaelman, de la Brigada de la
Victoria y de la Brigada Lister, se
propone organizar cuatro batallones
de choque, cuatro batallones que ac-
tûen decisivamente en la defensa de
M&drid; cuatro batallones formados
por antifascistas decididos, por obre-
V ^ ros enrolados en la producción, de

El 5." Regimiento va a organizar
y a emplear los deseos combativos de
los trabajadores de Madrid.

Estos cuatro batallones continua-
rân la tradición gloriosa de todas las
fuerzas de! 5." Regimiento. Para per-
tenecer a ellos se necesitan garantîas
de indole sanitario, politico y militar
y aceptar como ûnica disciplina, una
vez enrolados, la que rija en estos ba-
tallones. Disciplina férrea, como co-
rresponde a la alta misión que a sus componentes les ha de estar encomen-
dada. Disciplma que serâ aceptada por todos y que cualquier falta contra
ella se castigarâ severamente, a fin de que los cuatro batallones de defensa
de Madrid sean en todo momento una verdadera garantia para eî cumpli-
miento de los objetivos que se le senalan.

Enrolados en estos batallones los obreros de Madrd cubrirân de
gloria y honor a nuestra querida ciudad.

El 5.° Regimiento llama a los obreros que todavia permanecen afectos
a la produccion pidiéndoles que se alisten en los cuatro batallones para
la defensa de Madrid. Los obreros madrilenos demostrarân una vez mâs,
con su actuación en estos batallones, que son capaces de desplegar ei
mayor arrojo para defender a sus mujeres y a sus hijos de los moros
y legionanos, para que el pueblo de Madrid pase por enchna del fascismo
Para el ingreso en estos batallones se précisa pasar un examen mé-
dico por el servicio sanitano de este Regimiento, presentar un documento
de garantia de alg-una organización antifascista y haber estado en el
frrate o realizado ei servicio militar. Harân una instrucción militar para
l^rfeccionarse en el manejo de la ametralladora, del fusil ametralladora,
del fusil, de] lanzamiento de bombas, de dinamita

Las inscripciones pueden hacerse, de ocho a nueve de la noche, en el
cuartel del Este (calle de Lista, 29) de este Regimiento

i Obreros de Madrid, antifascistas, pueblo madrileüo ■ A movUizarse
todos para que los cuatro batallones de defensa, los cuatro batallones que
seran el orgullo y la honra de nuestro pueblo, queden formados inme- ■
...latamentei la Comandancia del 5." Regimiento

Os habia el 5." Reg-imiento. Durante cuatro meses hemos corapartido la vida de los frentes; hemos
infligido derrotas al fascismo ; muchos de los nuestros han caido jiuntos en este periodo de tiempo defen-
diendo la causa comiin que a todos nos une: la libertad de nuestro pueblo, el pan y el derecho al trabajo.

Nuestro Regimiento siempre dijo la verdad, jamâs enganó, Y hoy, en los momentos mâs culminan-
tes de nuestra lucha, nos dirigimos a vosotros con cordialidad de hermanos, con la emoción de la sangre
vertida conjuntamente, con el recuerdo y el presente de actuaciones llenas de heroismos y de sacrificios
realizadas por nuestros milicianos en union de todos vosotros, os decimos:

CAMARADAS COMBATIENTES, MILICIANOS Y FUERZAS DE LOS CUERPOS ARMADOS
LEALES A LA REPUBLICA, nosotros venceremos ; pasaremos por encima del enemigo. Aplastaremos
sus tanques, reforzaremos nuestras ametralladoras a rrebatândoles las suyas. Como un huracân, el ejér-
cito que se forja en la région del centro llevarâ los a ires de libertad, la buena nuçva de la Repûblica de-
mocrâtica, hasta la ultima aldea de Espana sometida a la tortara y al suplicio de los que asesinan cobar-
demente a mujeres y a niiïos.

Desde este imismo momento, en nombre de esta causa justa por la que luchamos, en nombre de la
abnegación de los que luchan hoy y de los que cayeron, trataremos como a perros a los que huyan co-
bardemente, al que deje a su camarada en la trinchera entregado a les moros, a\' que, con histerismo,
lance bulos, haga correr órdenes de retirada inexistentes, desmoralice.

CAMARADAS COMBATIENTES DE TODOS LOS SECTORES DE LA SIERRA, DEL TAJO Y
DEL FRENTE DE MADRID, si alguno siente la menor yacilación, que vuelva la c.ara hacia atrâs y
vera nuestro Madrid, nuestras barriadas, nuestras casas proletarias envueltas en Hamas. Vera a muchos
kilómetros de distancia lo que, cobardemente, con toda la vileza de que son capaces, hace el fascismo en
su desesperación impotente. cuando se estrella contra vuestra resistencia. Hospitales, centros de cultu-
ra, casas proletarias, todo ello quieren destruirlo desde el aire porque prevén que por tierra no lo po-
drân hacer.

Ninguna arenga puede ser mâs vibrante que el espectâculo de nuestro Madrid, de nuestras mu-
jeres, que cuando ven sus casas ardiendo por las bombas de Hitler y de Mussolini, crispan sus pimoti,
piden que se intensifique la lucha, piden venganza, pero sin unâ lâgrima. Nuestras mujeres han reccrri-
do Madrid, han salido de las casas incendiadas con su ajuar debajo del brazo sin verter «na lâgrima, con
el rostro contraido por la ira, en la seguridad de que nosotros vengaremos ese crimen, de que haremos
pagar carb a los Mola, à los Franco y a sus mercenarios los crimenes que estân cometiendo.

COMBATIENTES, ADELANTE. En nombre vuestro prometemos al pueblo espanol, promete-
mos a los millones de hombres y mujeres del mundo entero que siguen con emoción nuestra lucha, que
el miliciano espaüol no dejarâ el fusil sino para empunar después la herramienta en la construcción de
una Espana libre, feliz, sin asesinos, sin gentes que maten a niüos y mujeres, sin gentes que vendan
trozos de nuestra patria al extranjero. Y si alguno vacila, decidle que quien auelte el fusil antes de tiem-
po, el que piense librarse de la muerte abandonando la lucha, cava siu tumba y la de los suyos. Hallara
la esclavitud o la muerte contribuyendo a edificar en Espana un imnenso presidio, al frente del cual es-
tarân los verdugos que bombardean Madrid.

1 CAMARADAS! Estamos seguros que fundidos todos en el deseo de venganza, en la firme volun-
tad de veneer, seguros de que si nosotros actuamos con unidad, con disciplina, con organización y con
valor, nuestro ejército reducirâ a poOvo todo el monstruo fascista.

lAl frent«, para rechazar a los asesinos a nuestro pueblo y a los traidores de nuestra patri.i\'

iUnidos, bajo el mando del Gobiemo del-Frente Popular, nosotros venceremos, pasaremos, aplas-
taremos a) fascismo!

MILICIANOS DEL FRENTE DE LA SIERRA,
GUARDIAS DE ASALTO, GUARDIAS NACIONA-
LES, SOLDADOS Y JEFES DE LA REPUBLICA

En Madrid, a las puertas de la ciudad se estân librando vivas batallas contra los mer-
renarios traidos a nuestra tierra por los generales traidores.

Desde hace tres meses venian intentando acercarse al corazón de nuestrà ciudad,
forzando vue.stras lineas, rompiendo vuestra fuerte resistencia; pero no lo consiguie-
ron. Firmes y heroicos habéis cumplido vuestro juramento de no dejarlos pasar. Con-
tra vosotros se han venido estrellando sus furiosas acometidas. Pero después, valiéii-
dose de la superioridad de armamento que sobre nosotros tenian, atacaron a la ca-
pital de la Republicà con extraordinaria violencia por el sector entonces mâs vulne-
rable. Se han aproximado a Madrid; pero el pueblo madrileno, sus organizaciones, to-
dos unânimemente, se han puesto en pie con la resolución magnifica de seguir vues-
tro ejemplo, de contener el avance enemigo. Y hoy, dia decisivo de esta batalla, po-
demos afirmaros que Madrid lucharâ con denuedo, con valor y con arrojo para repetir
una vez mâs las gestas que lo han hecho inmortal.

! Combatientes de los frentes de la Sierra! Sabemos que desde el ultimo milicia-
no hasta el primer mando, todos queréis venir aqui, a las puertas de nuestro Madrid,
a defenderle; pero pensad que la defensa de Madrid estâ ahi también y que vosotros
lo habéis hecho con magnifico esfuerzo, esfuerzo que debe persistir, porque hasta vues-
tros parapetos llega la linea de defensa de la capital.

Tened presente en vuestra actuación que sois ejemplo de combatientes para todos
los sectores, y que los luchadores del Guadarrama, Somosierra, Navacerrada y Pegue-
rinos han mantenido, como buenos soldados del pueblo, en alto la bandera del heroismo.

1 Combatientes de la Sierra! El pueblo de Madrid lucharâ con todo el valor de que
es capaz de hacerlo quien defiende algo mâs que su propia vida, la de sus hijos, su dig-
nidad de hombres, su condición de seres humanos. Para ello no repararân en esfuer-
zos, y en ellos estarân presentes en todo momento vuestras gloriosas actuaciones.

Y cuando ceiebremos nuestro triunfo sobre los invasores, sobre los verdugos de!
pueblo, los defensores de Madrid, entre los que ocupâis un lugar preeminente, estarân
en el cuadro de honor de ios forjadores de una Espana sin paro, sin miseria, libre y
feliz.

1 Combatientes de la Sierra! jSeguid en vuestros puestos luchando como hasta hoy!

El frente de la lucha es iioy Ma<lri(l. En Madrid, alrededor de Madrid, on los trente de Madrid. Sal-
var il Madiid sigmnca salïar a Espana. Se puede ayudar Madrid conqulstajido Oviedo, empujando en
el trente Vasco, atacrfnao Zajagoza, transtoriuando eu ofensiva el sitio de tórdoba, Granada, leruel. Aj u-
dar a Madrid sigmnca uar una psicülogia de guerra a todas las de las. regiones de retaguardia, donde se
vive bien y se piensa poco eu la guerra. ■ . , .

Purque a pesar de la situacion grave en la cual se eucuentra nuestra capital, que résisté lieroicameute
desde iface luuouos ai&^y no desue ajer—a la furia enenüga, nosotros pedimos que la ofensiva sea
general, nacional, bien organizada y preparada,

Todo el mundo debe tomai- las armas. v los pai tidos como organizaciones, deben tener su mayor con-
tingente eu los frentes, eu las primeras line» de fuego. Alü el 5.« Kegimiento tiene Sâ.OOÛ hombres. Que
se higa ci ejemplo, y la victoria serâ nuestra.

■N\'o nos cansaremos de repetir: Catla organización y cada partido se juzga por las tropas que tiene

El Gobierno del Frente fopular, nuestro Gobierno, que nosotros defenderemos hasta la ultuna gota
de sancre nus ha encomendado una misión; defender Madrid, cueste lo que cueste. En Madrid hay una
Junta de Defensa, que représenta diguaniente a este Gobierno, y que nosotros apoyajnos con todas nues-
tras fuerzas. A estos dos organismes, creados por la voluntad popular, nosotros subordmamos todas

"""N^t^no^queremos situaciones conîusas. Prelerûnos la situacion del frente, Clara, inmediata, sin
camelos. Porque las situaciones confusas compUcan la guerra y obj«tivamente ayndan al enemigo. î-os ha-
cen perder el tiempo. ï en la situaciàn actual no se puede perder el tiempo.

uada hombre cada grupo, cada partido y organización, cada organisme, debe cumplir con su tarea,
eviUr meterse en asuntos que no son de su competencia. Coadyuvar a la victoria, poner por encima de
todos los intereses partidistas y de organitación la salvación de »ïadrid y de la revolucion espanola.

Hace algunos dias hemos hablado de la necesidad de Jortalecer la nueva moral que se estâ forjando
a las puertas de Madrid, y\'^ue no puede ser quebrantada ni por los tanques m por la aviacion. Esta
uueva moral existe. Hay en Madrid menas enormes de madrUenos que qmeren pelear. El chaqueteo hoy
es inadmisible. Miedo es una palabra que no debe existir en el vocabulario espanol. Hay algimos que
niensan termlnar con el chaqueteo enviando a los miedosos a las prmieras kneaa de fuego. Nosotros nu
estamos de acuerdo. Defender a .^ladiid es uu honor. La defensa debe ser mislon de los vahentes,
de los bravos, de los que saben que el chaqueteo significa el avance enemigo. Al que chaquetea ^ le debe
quitar el fusU, el "carnet \' de miüciano y enviarle a su casa. Naturalmente, despues de haber hablado cou

Hemos hablado muchas veces de la disciplma. En este momento la disciphua debe ser aphcada—si es
necesario—cou la ley marcial. No podemos permitir que porque uno haga "lo que le dé la gana", los mo-
ros Ueguen a la Puerta del Sol. Ley marcial en contra de aquel que no obedece, que no reabza el plan
de operaciones, que no obra eon puntiiahdad, que uo gasta energia en el cumplmiiento de su deber. Por-
que una indiscipUma, una falta de puntuaUdad. mia debilidad en el mando y en la realizacion del plan,
nos cuesta centenares de muertos, una lorna, dos casas, una calle, un punto cstrategico. Si, ley marcml,
aulicada en el mismo campo de bataila. , , ,

lil enemigo no ha tornado Madiid y uo lo tomarâ. Para que iio lo tome es necesario aplastar lo.s res-
tes de la "qSinta columna". Son los agentes provocadores que siembran muchas veces el biilo de la le-
tir-ida. Son los de la cara larga, que ven la situacion perdida.

Para que el enemigo no tome Madrid es necesario construir mas trmoheras, transformar cada casa
en una fortaleza, pelear vahentemente, utilizando todo lo que se pueda.

Para que el enemigo no tome Madrid es necesario que se mautenga la umdad en el mando, un man-
do ûmco; que se rodee de la conlianza popular a nuestro Gobierno; que se apoye, sin condiciones, a su
renresentación en Madrid; la Junta de Defensa de Madrid.

Madrid no duerrae Apoyado por la soiidaridad nacional e internacional, organizada por el Gobierno
del lYente Popular vigUa y luch;i- t:%ita cl pânico y odia el histerisnio. Se bate seriamente. scnnamcn
te, heroleamente. Se bate como se batió la Comuna de Paris, como se batió el proletariado de Petro-
Srado.

Dosicionérâtocandô. TOntVa^âtorand^ sin descanso, l\'iosotros et-ifaremos no sólo que el enemigo entre en
Madrid, si\'no que nos destruya sus casas y sus jardines; nosotros rechazaremos al enemigo. dandole ri

^^\'Nutst^r^tallones mejores: los de Acero y de la Victoria, rie Thaeirnann y Cavada de Burillo > I.îs
ter, de los hermanos Galân y .Arregui, de Marquez y de Heredia, de Arellano y de GaJlo, de Barcek.
y de Modesto, estàn aquî batiéndose como nunca.
Estân aqui para ganar la batalla.

\'Estân aqui los batallones y las brigadas ((.if p:\'rticlparân en la Rran contraofensiva que barrera de
nuestra tierra a la peste fascista.

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