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DUPONT RENDIDO.
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ROMANCE HEROICO
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PO/? DON EUGENIO TAPIA.
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IMPRENTA DE REPULLES.
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Sequitur supcrbos victor ¿t tergo Deus.
Séneca ia Herc. fur.
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./jLlienta , ó Patria mía } ya tu cuello
No agoviará la bárbara cadena
Gon que el déspota fiero de las Galias
Postrarte quiso en servidumbre eterna,
A tí noble y constante Patriotismo
Su gloria y libertad debe la Iberia:
Tú mi numen serás ; tú. que no dictas
Canciones ai tirano lisonjeras.
Las cítaras pulsad , hijos de Apolo,
Que el vencedor Castaños ya se acerca:
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Dadme lauro inmortal con que sus sienes
En justo galardón ciña mi diestra.
Mientras allá en el solio ensangrentado
El Corso usurpador llora su afrenta,
Y ardiendo en sed horrible de venganza
Víctimas pide á sus legiones fieras.
No mas, monstruo , no mas: pasó aquel día,
Día de luto y maldición eterna,
En que Madrid sus hijos indefensos
Vio á la muerte llevar. ¡ Perfidia horrenda!
Que cotí oprobio del francés cobarde
La fama llevará de lengua en lengua.
¿Oís los tristes ayes que aún exhalan
La> inocentes víctimas? Ya abiertas
Veo sus tumbas , y en fatal silencio
Mil pálidos espectros salir de ellas.
Salud , reposo eterno á vuestras almas,
Mártires de la patria.; mi terneza
En tributo os consagra aqueste llanto
Que de mis ojos corre en larga vena.
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¿Pedis venganza? sí: venganza justa:
Vuestro ronco clamor al cielo llega,
Al cíela los gemidos dolorosos
Del desvalido huérfano.. Jas quejas
De la indefensa viuda y los suspiros
Que lanza España toda lastimera.
Venganza y exterminio del tirano:
El voto universal aqueste sea ;
Y el águila rapaz póstrese humilde
Ante el león rusiente de la Iberia.
o
Del Pirineo al Potosí remoto
Quiso altiva volar-: sigúela ciega
La ambición xlel tirano , y de dos mundos
Arbitro omnipotente se contempla.
Pero no lo será ; que ya glorioso-
Del Bétis en las márgenes amenas
Se alza tin libertiulor 3 un héroe invicto
Que humillará del monstruo la soberbia.
Al arma grita., y él profundo rio >
JEn sus sonoras ondas Ja voz lleva j
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Y  el eco del guerrero repetido
Ronco retumba en la fragosa sierra.:
Copiosas huestes por do quícr acuden;
Ya la trompa marcial aguda suena;
Y  el fogoso caballo inquieto y libre
La crin eriza y á la lid se apresta,
Entretanto Dupont sube orgulloso
El alto monte con su vil caterva;
Y  puesto allá en la cima : ved , les dice,
Las fértiles llanuras que os esperan.
Allí Córdova está : sus grandes templos
Os ofrecen segura y rica presa.
Como el lobo traidor que hambriento sale
Del bosque umbrío, y con veloz carrera
Llega al redil donde le asalta y hiere
El vigilante ean; así sangrientas
Las huestes de Dupont baxan al llano
Tras el oro fatal que tanto anhelan.
Mas tú al encuentro sales, tú el primero»
Valiente Echeverría , la pelea
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Trabas , hieres , y tiemblan á tu vista
Los vencedores de Austerütz y Jena. t
Pero en su muchedumbre confiados;.
Animo cobran, y el combate empeñar*
Con frenético ardor : truena espantoso < 1
El ardiente canon : el suelo tiembla,
Y  en copioso raudal sangre enemiga
Corre á vengar la derramada nuestra.
Pero no en aquel dia la venganza
Completa fué : con desiguales fuerzas ÍíhíXí
Lidiaba el español, que de otro modí*
Los enemigos todos perecieran.
Sálvanse muchos , el feroz caudilU
Amedrentado y pálido los lleva* h 100
Comojel pastor su tímido rebaño,
Y  con ellos en Córdo.va se encierra.
¿Dónde está el triunfo con que entrar,pensaba*
En la hermosa ciudad ? ¿De*tu: soberbiasmmft
De tu ambición qué fué ? Levanta* insano^ <!
Esa frente abatida y -macilenta*
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C Sí >
¿No ves la sombra del tercer Fernando
Que indignada te mira ? Tiembla , tiembla;
Polvo serás si te persigue «el brazo
Que deshizo las:'huestes agarenas.
Mas no¡, tú vivirás; el justo cielo
Lo ordena así, para que humilde veas
Tu oprobio/y tu baldón; para que rindas
A los pies de Castaños tus randeras.
Ya marcha contra tí con firme planta,
Denodado , invencible;: tal se muestra ; ';
El terrible íeon quando á la lucha
Le llama el tigre en la africana selva.
Como tigre-Dupont^ora sañudo ?h;í
Pugna por.avanzar^y suifiere^a? .pl.x.3%-
T su impotente ¡esfuerzo ¡en la constancia
Del español impávido «e estrellan:.
Ora ma^cautésloso la los ^ardides" lít I
Para entrar en España os ;ha validoy
.Mas no, traidores, no para vencerla, >; *l , r »
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Acosado por fin, y mal seguro
El caudillo enemigo desalienta,
Y  en vergonzosa fuga con sus tropas
Silencioso de Córdova se aleja.
Persígnenle otra vez nuestros guerreros,
Y  en Andujar se esconde : así la cierva
Huyendo del lebrel salta de un sotó
Y  corre al otro, y la maleza espesa
Pasagero le da y escaso abrigo
Hasta que de su muerte el plazo llega.
También llegó, Dupont, tu fatal ruina:
Ya en la ciudad peligras , ya te estrechan...
¿ Adonde irás ? jó mísero ! ¿ El camino
Buscas aún de la encumbrada sierra?
Corre á perderte, pues, que allá te aguardan,
Cerrando el paso, el animoso Peña,
El gallardo Redi, ng , y otros valientes
Señalados en ínclitas proezas.
Te vencerá el primero con quien luches...
Mas la suerte esta gloria te reserva
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A tí Reding, que qual inmoble roca
En medio de las olas turbulentas,
Firme recibes el sangriento choque,
Firme contrastas la enemiga fuerza.
Llegó de la venganza el feliz dia:
Herid , matad , á compasión no os- muevan
Esos verdugos, que con ciega rabia
Nuestros templos profanan y saquean,
Talan los campos 9 y al infante débil
Y á los anciauos tímidos degüellan.
Esos los invencibles se llamaron,
Y á vosotros rebeldes... En el Sena
Será, viles esclavos, rebeldía
La noble libertad que nos alienta.
Mas ya Dupont exánime y sumiso I
Pide una honrosa paz. (Demanda necial
Honra á los que pelean por la patria,
Pero al falso traidor infamia eterna.
"No admito pactos de ale-vosa gente;
A discreción se rindan 6 perezcan."
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Dice así el gran Castaños , y esperando
Está del enemigo ia respuesta;
Mientras éste agitado y vacilante
Lucha con el temor y la vergüenza.
Resuélvese por lin ; y silencioso,
Y clavados los ojos en la tierra,
Pone á los pies del héroe castellano
La espada allá en el Norte tan funesta.
Gloria al ilustre vencedor; de palmas
El camino sembremos,, que ya llega
En el carro triunfa 1: sonoros himnos
Suenen en su loor ; corre á las puertas,
Venturoso Madrid , y agradecido
De tu libertador Ja planta besa,
NOTA.
No se ha hecho mención de los ilustres
Ge fes que se han distinguido en las demás
Provincias por no admitirlo el asunto de esta
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composición ; pero el autor promete elogiar-
los separadamente
, si antes no lo executan
otros ingenios mas hábiles
, como es de espe-
rar atendido el patriotismo que en el dia
anima á todos los buenos españoles*