/ f
J. '/
/O
|
|||||||||||||||
AL REY N. S.
|
|||||||||||||||
(Q. D. G.)
�ft acci�n de gracias por la erec-
ci�n del Real Conservatorio de Artes,
D, JOS� G�MEZ DE LA CORTINA.
|
|||||||||||||||
MADRID: IMPRENTA DE AGUADO, 1827,
|
||||||
-�^-"-- *
|
||||||
� - - �^ ■ ■■ *■ ■ ■' '---------.......... ',A_
|
||||||
L
|
||||||
/a noble Iberia, que en sangrienta lucha
Los pendones hollara en otro tiempo Del Galo domador de las naciones, Ce�ida de laurel alz� la frente, La augusta frente que jam�s se inclina, Y al alto Emp�reo sus lamentos dando, Solt� la yoz en dolorido acento. ccT�, que del mundo el ege diamantino
»Haces temblar con tu mirada augusta, |
||||||
» Excelso Padre del mortal humilde,
» T�, que � mi diestra, fuerza mas que humana
»Diste para vencer, �c�mo permites
» Que el mascarado enga�o y la perfidia
» Opriman mi cerviz? Yo vi � mis hijos
»Con su llanto y sudor regar la tierra
» Que a tu alta Omnipotencia darles plugo:
»Yo les vi despreciar del Ponto airado
»La sana, y de Aquil�n el soplo fiero,
»Por trasladar � la natal orilla
»Opimos frutos que su anhelo espera.
»Nunca la Aurora sorprendi� al esposo
»En el regazo de la esposa amada; »Mas antes dando al �mprobo trabajo »(Por cumplir tu sagrado mandamiento) » Tris{es instantes de abreviada vida. »Yo vi que obedeci� al constante esfuerzo »Dura la tierra, y en variados frutos |
||||
»Al mortal ofreci� dulce alimento,
» Cubri� su desnudez, le dio metales, 9 Y su abundancia duplic� fecunda. »Y y� al genio del mal que acaudillaba
»El bando del enga�o y de la envidia, »Desde Pirenne hasta el Herc�leo extremo. » Sangrienta espuma, sierpes silvadoras »Son el adorno de su rostro informe. »De t�sigo letal alzan sus garras »El ancha copa que labr� Megera, »Y haciendo retemblar con ronco silvo » El suelo que manch� su infame planta, »Vierte en mis hijos el licor corrupto. »Al punto el llanto interrumpi� los ecos »De la dulce esperanza. El seno abierto »De la abundosa y bendecida tierra »In�tiles sus dones les ofrece. »El fiero monstruo que los males guia |
||||
»Dicta al enga�o sus infandas leyes:
»Pobreza, ceguedad, necesidades, » En cambio de abundancia primitiva, »Funesto egecutor deja en mi suelo ; »Y de mis hijos, con la ardiente sangre, »De su exterminio escribe la sentencia. »Mas t�, Se�or, que de tu ingrato pueblo »El repetido crimen olvidaste, »�Permitir�s que tu escogida apure »Hasta las heces de tu airada copa?" Asi de Iberia el lastimoso acento El cielo penetr�, donde Dios Trino Tiene su solio de infinita gloria, Y su piedad en los mortales vierte.
Rasg�se el velo del luciente Emp�reo, Y alado mensagero se presenta.
Ci�en su frente estrellas brilladoras, Orna su banda el Iris colorido, |
||||
Y reverbera en diamantino peto
De Jehov� el renombre sacrosanto. WE1 Padre de la luz (dice el Arc�ngel)
»Digna tender su diestra Omnipotente » Sobre su pueblo, y su bondad eterna » Mover� los arcanos sacrosantos » Donde su voluntad oculta existe. »El es quien se complace en dar consuelos »A la virtud que la desgracia prueba." Dijo, y abriendo las doradas puertas
Del misterioso alc�zar del destino. Descubre � Iberia de futura dicha Pl�cida aurora, en siglos prolongados.. "Este (le dice) cuya sien augusta
»Brilla ce�ida de Real Diadema, » (Diadema que acataron reverentes «Cuadruplicadas diez generaciones), »Es el que elige el Dios de los imperios |
||||
» Para cumplir sus inmutables leyes.
»De su llegada el venturoso dia » Proclamar� el Oriente sonrosado; »Y por primer tributo ha de rendirle »Grata la tierra que hollar� su planta, »Del pampanoso Oto�o las primicias (*), »Dulce presagio de eternales bienes. »En vano el bando de la negra envidia, »Y de la �era y criminal discordia, »Exhalar� su aliento venenoso, »Y contra ti levantar� naciones > Que enemigas ser�n de tu ventura.
»Cual d�bil nube que Aquil�n disipa
»Al nombre de Fernando desparece. »Ni la t�trica Albion, ni la rapante > �guila infausta que del lado opuesto
''. ■■' ■■�'< ... ■' '?. ;: '� V .. i//" :;-■■ - ;f :■■''■■ � * f~K , «� ",
*�11 I ■
(*) Naci� S. M. el i4 de octubre de 1784.
|
||||
»De Pirenne arroj� tu esfuerzo antiguo,
»Podr�n darte temor, porque � tu dicha »El ungido de Dios es destinado. » El cetro de oro tender�, y al punto »Del corvo arado la pesada reja, »El seno de la tierra descubriendo, »Doblar� su abundancia. Las humildes »Chozas que un tiempo fueron el asilo »De la dura indigencia, en altas moles »Elevarse ver�s, opimo fruto » De industrioso trabajo conteniendo. »El alto pino que en el monte crece »Ceder� � la segur, y transformado »En alc�zar moviente, los tesoros »De apartadas regiones � la tuya »En cambio llevar� de tu riqueza. »Con nueva industria, artificioso invento »Ha de robar su ingenio � las naciones, |
||||
>> Y en tu regazo encontrar�n tus hijos
» Telas, metales, p�rpura y perfumes. »Y el S�ptimo Fernando , que de gloria »Un Solio ha de ocupar en el Emp�reo, »Un templo elevar� donde su nombre »Eterno quede y colme tu ventura. »All� brillando las preciosas artes »De las ciencias al par, la firme senda »De la virtud se ofrecer� patente. »All� tus hijos en fervientes votos »Su amor exhalar�n, y al eco grato » Del nombre de FERNANDO, repetido »Mas veces que del dia el nacimiento, > Huir� el funesto error, la negra envidia, »La discordia voraz, el ocio infame; »Y la esperanza se ver� deshecha »De quien tu gloria � mancillar aspire." Dijo el Arc�ngel j y la noble Iberia |
||||
De celeste consuelo el dulce brillo
Deja ver en su rostro soberano. Vuela � sus bijos, y al sagrado anuncio Todos se humillan y al Monarca esperan. Salve mil veces, �nclito Monarca,
Que al reverente pueblo que te adora Haces feliz. Tu nombre repitiendo Supo vencer, y con su ardiente sangre Estampar el eterno juramento De amarte siempre: �cu�nto no se dobla Su gozo en este instante al renovarlo! Las artes, y las ciencias, y los votos De un pueblo, que por Padre te proclama Son de tu solio el ornamento digno. De las artes y ciencias juntamente � par ir� tu nombre en las edades. Colma, Fer^�AKDO, colma la esperanza |
||||
De tu dichosa Iberia, protegiendo
Con tu sagrada diestra victoriosa
El templo que � las artes y las ciencias,
� la virtud y al pr�vido trabajo
Erigi� tu bondad, y el primer fruto,
Muy mas dulce que el n�ctar de las flores,
Recibe ya; pues el clar�n sonoro
De la ligera fama resonando,
De gratitud repite los acentos
Que d� Iberia � su S�ptimo Fernando,
|
||||